La gestión de riesgos es un elemento fundamental en el sector de la construcción, donde la seguridad, la calidad y la eficiencia dependen en gran medida de la correcta identificación y control de los peligros potenciales. Este proceso abarca desde la previsión de amenazas en las primeras etapas del proyecto hasta la aplicación de medidas correctivas durante la ejecución de la obra. Una adecuada evaluación y mitigación de riesgos no solo resguarda la integridad de los trabajadores, sino que también protege la inversión financiera y contribuye al cumplimiento de los plazos establecidos. Abordar los desafíos de forma sistemática y proactiva es esencial para garantizar resultados satisfactorios en cualquier proyecto constructivo.